Es innegable que el mundo ha vivido una transformación digital constante desde los comienzos de la computación entre los años 70 y 80. Esta evolución proporciona herramientas nuevas prácticamente a diario y un rápido análisis de mercado nos revelará que aquellas empresas que más jugo saben extraer de estos nuevos paradigmas consiguen mejores resultados a menor coste, mejorando la productividad y aumentando los beneficios.

Sin embargo, tal como se plasma en el estudio presentado por la consultora Price Waterhouse Cooper (PwC) en 2018, se puede ver que las empresas españolas avanzan a un ritmo muy lento, si bien no se quedan estancadas, en el uso de herramientas digitales ya que ‘Dos de cada tres compañías industriales españolas se están quedando atrás en el proceso de digitalización’.

Las causas son múltiples y no es el objetivo de este artículo sumergirse en esas aguas. Sin embargo, hablaremos de una herramienta en auge que cada hora tiene más presencia en el mercado ya que facilita enormemente el proceso de digitalización reduciendo los costes enormemente: las API’s.

¿Qué son las API’s?

Las siglas API vienen del inglés Application programming interface en español Interfaz de programación de aplicaciones, que es un nombre que no reporta mucha información, por ello, la aproximación más sencilla es pensar en las API’s como conectores: herramientas que gestionan las entradas y salidas de un sistema cerrado, permitendole conectarse con cualquier dispositivo independientemente de su sistema operativo, su lenguaje de programación, su sistema de base de datos, etc. Por esto entendemos a las API’s como conectores universales.

Estos conectores funcionan a través de la red utilizando los mismos métodos que se utilizan para navegar por internet por lo que un sistema al que conectamos una API enchufada a la red podrá comunicarse con todos los dispositivos que se encuentren en dicha red. Esto permite conectar sistemas IOT, sistemas en la nube o dispositivos móviles a nuestro sistema, tal como se muestra en la ilustración.

Otra característica de las API’s es la seguridad, la mayoría de ellas funciona utilizando cifrado y sistemas de autorización probados, que proporcionan los más altos estándares de seguridad, asegurando que nuestros datos sean accesibles y modificables única y exclusivamente desde aquellos dispositivos que hemos autorizado.

Pero ¿En qué se traduce esto en mi negocio?

La existencia de las API’s reduce muchísimo los costes de desarrollo pues de no ser por ellas, cualquier herramienta nueva que se quisiera lanzar al mercado se podría comunicar solo con los dispositivos para los que ha sido designado, nada más. Los desarrolladores hoy en día gracias a estos conectores universales no pierden tiempo considerando cuál es el sistema operativo o los protocolos del dispositivo con el que hay que comunicarse, ahorran muchísimo tiempo utilizando una API. Esto se traduce en menor coste de desarrollo y por tanto unos costes reducidos que permiten adquirir nuevas tecnologías a un precio reducido.

Por otra parte, una ventaja grande es la posibilidad de sacar una explotación antes inimaginable a sistemas antiguos. Un ejemplo típico son los conocidos sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP por las siglas en inglés), presentes en la gran mayoría de empresas industriales que a día de hoy se tienen que enfrentar a unos costes enormes bien en actualizaciones o bien en la compra e instalación de nuevos sistemas, dado que el que se adquirió en su día se ha quedado obsoleto y no ofrece las mismas funcionalidades que los modernos, suponiendo esto un coste enorme en dinero y tiempo. El desarrollo de una API para un ERP permitiría conectarlo a cualquier otro elemento que se considere, permitiendo visualizaciones en tiempo real, información de sensores IOT, conexión desde cualquier lugar o las capacidades de explotación de datos que habrían costado miles de euros de otra forma.

Para terminar

En conclusión, las API’s son hoy en día una piedra de toque vital para la computación en general y para la digitalización de los negocios en particular. Una API dar funcionalidades nuevas a sistemas viejos y desarrollar nuevas ideas y aplicaciones a un coste mucho menor. Por lo que ayudarán a una gran cantidad de empresas españolas a avanzar y permitirles competir en un mundo globalizado como el que vivimos.