Las fábricas que implantan un sistema MES logran mejorar un 27% el lead time, disminuyen un 18% los defectos de producción y reducen un 15% los tiempos de fabricación.

En su informe sobre el valor de MES, Gartner apunta que su uso comienza a reportar beneficios en menos de tres meses. Una de las características de las fábricas inteligentes es que cuentan con datos en tiempo real que ayudan a su automatización y control, un avance que es posible gracias a la implantación de un sistema MES (Manufacturing Execution System).

Los sistemas de gestión de la producción proporcionan la digitalización requerida para la recopilación de esa información en tiempo real, de forma que es posible supervisar todas las fases de la producción y adaptarla a las necesidades y exigencias de la planta de producción.

Esto incluye actividades directas e indirectas, rendimiento, eficiencia por operador, máquina, línea, centro de coste, centro de trabajo, departamento, etc. Así como la relación entre el tiempo programado y el utilizado, control de calidad, trazabilidad y genealogía de los lotes de materiales, control de parámetros de proceso, mantenimiento de activos y programación de la producción a capacidad finita.

Las principales ventajas de implantar una plataforma MES y llevar a cabo está transformación son:

• Mejora de la eficiencia y productividad. Gracias a la digitalización de la información se puede detectar de manera objetiva posibles fallos en la cadena de producción y optimizar la organización del trabajo, así como resolver problemas en tiempo real.

• Reducción del gasto. Al sustituir todos o la práctica totalidad de los formularios en papel por formatos digitales se eliminan los costes que el uso de papel supone para la empresa, incluyendo los costes directos y los costes indirectos, tales como la utilización de impresoras y consumibles, espacio de almacenamiento y dispositivos para su destrucción cuando así se requiera o para su posterior reciclado.

• Ajuste del stock. La gestión digital del inventario facilita la disponibilidad del material en función de las necesidades de producción, al mismo tiempo que evita el almacenamiento de unidades sin saber con certeza si se van a necesitar.

• Cumplimiento de las regulaciones. La fabricación de determinados productos requiere el cumplimiento de determinadas normas. Gracias a los sistemas MES es posible ajustarse a estas normativas como, por ejemplo, la obligatoriedad de registrar la trazabilidad de los materiales.

Una de las principales reticencias para la implantación de un sistema MES es la inversión inicial que hay que realizar. Sin embargo, según Gartner, el uso de un sistema MES comienza a reportar beneficios en menos de tres meses. Estos beneficios son fáciles de cuantificar por tratarse de datos digitalizados y objetivos.

La misma consultora desvela, en un informe sobre el valor de MES, que las fábricas que implantan un sistema MES logran mejorar un 27% el lead time (tiempo de espera), reducir un 24% el WIP (trabajo en curso), disminuir un 18% los defectos de producción y reducir un 15% los tiempos de fabricación.

Además, los beneficios de un sistema MES no solo hay que medirlos en términos de productividad, también hay que tener en cuenta su rentabilidad en relación con el resto de los agentes que forman parte del proceso de producción, como clientes, proveedores y logística, con los que también es posible establecer una comunicación más directa, fluida y, al igual que con el resto de las operaciones, en tiempo real.

 

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