Tradicionalmente la gestión de compras se ha centrado en el análisis de dos ejes que permitían segmentar el tipo de compra a realizar y aplicar diferentes reglas de gestión. Por un lado el impacto del ítem a comprar en el negocio, y por otro del número de proveedores en cartera.
Tal y como se muestra en la figura, existen 2 zonas de peligro que la función de compras desea evitar.
La primera se da cuando para un componente que aporta poco valor al proceso (y en definitiva al negocio), tenemos muchos proveedores en cartera. Esta situación provoca exceso de trabajo innecesario.
La segunda situación se da cuando para un componente que si aporta un valor importante a la compañía, y tenemos pocos proveedores en cartera. Esta situación provoca una dependencia excesiva del proveedor, siendo sensibles a cualquier problema que pudiera ocurrir en la cadena de suministro.
Por otro lado, los constantes desarrollos en nuevos materiales, nuevos procesos de fabricación, digitalización, están haciendo incrementar el número de ítems diferentes que debe gestionar la función de compras. Y muchos de estos nuevos ítems caen en el cuadrante superior izquierdo por dos diferentes motivos:
- El ítem forma parte de un producto innovador cuyo impacto en las ventas de las compañías es creciente.
- El ítem a comprar no forma parte de los componentes clásicos de la cadena de valor de la empresa, y por tanto desconoce el mercado de proveedores existente, limitándose a comprar a los pocos proveedores locales.
En cualquier caso, la necesidad de encontrar nuevos proveedores se acrecienta en un entorno de cambio constante: variabilidad de la demanda, tiempos de desarrollo de producto cada vez más cortos, innovación constante y diversificación de mercados y canales de venta.
Toda esta situación vuelve más compleja e ineficiente la actividad de compras. Es aquí donde las plataformas de comercio electrónico B2B pueden ayudar a cumplir con los objetivos de búsqueda d nuevos proveedores de una manera eficiente y eficaz.
Business-to-Business (oB2B) hace referencia a las transacciones comerciales entre empresas, es decir, a aquellas que típicamente se establecen entre un fabricante y el distribuidor de un producto, o entre un distribuidor y un comercio minorista. Las relaciones entre un comerciante y su cliente final se denominan en cambio B2C (Business-to-Consumer). Ambos términos se emplean especialmente en el ámbito del comercio electrónico (e-Comerce).
En este sentido la plataforma B2B NIMBLE, surgida de un proyecto de I+D europeo (COLLABORATION NETWORK FOR INDUSTRY, MANUFACTURING, BUSINESS AND LOGISTICS IN EUROPE, http://www.nimble-project.org, nº 723810) supone un avance importante en cuanto a la tecnología disponible dentro del sector industrial.
Nimble es el resultado de un proyecto de I+D europeo formado por 17 socios de 7 países, para buscar productos, materiales y servicios, localizar proveedores, publicar catálogos, negociar, comprar, recibir pedidos y vender, todo ello de forma segura, a través de la plataforma. Los beneficios de trabajar con una PT de éste tipo se pueden resumir en:
- Reducción de tiempo de acceso a nuevos mercados.
- Ahorro de costos de prototipos / menos tiempo de desarrollo.
- Ahorro de costes en la certificación de productos.
- Reducción de errores en la cadena de suministro para componentes.
- Respuesta / servicio más rápido al consumidor final.
- Romper las barreras a nuevos mercados, especialmente fuera de la UE.
- Control de proveedores.
- Aumento de las capacidades de innovación.
Se puede encontrar más información sobre como registrarse de forma gratuita en la plataforma en su página web o mandado un email a la dirección nimbleFMP@aidimme.es